Muchas veces nosotras somos más víctimas de nuestro propio rol en la sociedad que la propia sociedad. Somos hijas de un país donde el desarrollo, la educación, la participación ha costado años de trabajo y aun así siguen siendo nuestros mayores obstáculos, nos cuesta mucho aprender a vernos como sociedad y no como individuos.
En mi cultura (Maya-K´iche´) muchas veces las oportunidades se nos limitan solo por el hecho de ser mujeres, porque nuestros padres, abuelos, amigos cercanos nos van formando para servir no para producir.
En muchas ocasiones he cuestionado el rol dominante de los hombres y otras tantas más he llegado a culpar a los hombres por ser el motivo de todos esos estereotipos limitantes, pero ¿Son realmente ellos? Creo que no.
Auto acotadas
Por: Reyna Ixchel Alvarado - 5o. Bachillerato (Voz invitada)
Nosotras hemos sido formadas por tantas generaciones sumisas, por lo cual romper esas pautas es romper un orden que generaría muchos más retos, por eso es más fácil permanecer en ese orden establecido, no llamar la atención, aceptar, callar… Dejar de hacer o hacer solo por ser un personaje "X".
No depende de la actitud de ellos, depende de nuestra reacción, de nuestro cambio de actitud, de querer, creer y hacer que el cambio suceda y no defiendo su actitud, pero no los culpo ni a ellos ni a nosotras, sólo digo que hoy podemos ser el futuro.